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domingo, 24 de noviembre de 2013

La copa para vinos


Las copas para vinos
                                                                                                                                                    Carlos Catania

Es una realidad que si bien se puede beber el vino en cualquier copa, la forma de la misma influye mucho en la percepción de sus cualidades organolépticas. También es  conocido que cada región vitícola aconseja beber sus vinos en copas que por su diseño exaltan las bondades de los mismos. Por ello que se ha difundido una variedad de copas que difieren en tamaño, ancho y altura.

Una buena copa debe reunir algunas características básicas. El cáliz debe ser ligeramente cerrado en su borde superior, con “forma de tulipán” porque es la que mejor retiene los aromas volátiles del vino, y el  borde debe ser liso para poder dirigir el flujo del líquido. También debe tener un buen pie y un buen tallo para su sustentación.

Una copa muy difundida es la utilizada en los concursos de vino y que es originaria de la región del Mosella en Alemania. Está normalizada en su tamaño y también se la conoce como copa ISO. Sirve para apreciar tanto los defectos como las virtudes de los vinos.
En estos últimos años las cristalerías ha sacado al mercado copas para apreciar la tipicidad de las diferentes variedades y los estilos de las diferentes regiones.

Así la copa para Cabernet Sauvignon está diseñada para disimular un poco su astringencia,ya que el sorbo de vino cae lejos de los labios, que es la región de la boca donde con más intensidad se percibe esta sensación. La copa para Pinot Negro es ancha y grande permitiendo capturar su extensa gama aromática;  el vino prácticamente se “desparrama” por la boca aumentando la sensación de volumen. La de Sauvignon Blanc alta y delgada disimula un poco la acidez y aumenta las notas de pomelo. Finalmente la copa para el Chardonnay disimula el pequeño toque amargo que otorga la madera (ya que  ha sido fermentado en barrica) y permite apreciar su variada paleta aromática.

Existen también copas para los espumantes, de forma aflautada, que equilibra la acidez de esta bebida y permite ver el despliegue de las burbujas. La copa para vinos dulces, permite dirigir el flujo de líquido a la mitad de la lengua, aumentando la sensación ácida y disminuyendo su acidez. El vino dulce que puede llegar a ser empalagoso, aparece así más equilibrado.

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Sauvignon
Chardonnay
Cabernet Sauvignon
Pinot negro y Nebbiolo

La copa se llena hasta su parte más ancha (ecuador de la copa). Inclinándola podremos ver el color. Luego acercándola  a la nariz, sin agitarla sentiremos los aromas  más volátiles  y haciéndola girar suavemente  aparecerán notas de aromas más pesados. Una vez en la boca el vino se distribuirá por la cavidad bucal excitando todos nuestros sentidos.

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